El mediodía de ayer, un grupo de seis tripulantes y seis pasajeros volaba sobre los claros cielos de Taupo, una ciudad a la orilla del río del mismo nombre que se encuentra en Nueva Zelanda. De repente, a 750 metros de altura, el piloto escuchó un fuerte estallido en el motor y anunció que había que saltar; la avioneta se estrellaría. Nadie dudó en ponerse el paracaídas y el lago, bajo sus pies, hizo el aterrizaje menos traumático y todos -salvo uno que tuvo pequeños rasguños a causa de roces contra un arbusto de moras- salieron del lugar por sus propios medios y sin lesiones.
La avioneta se hundió a pocos metros de ellos. El New Zealand Herald, publicó la foto del resultado del accidente en su cuenta de Twitter:
Pic of Lake Taupo plane crash wreckage http://t.co/Po76agYZOY pic.twitter.com/erzgJVSTl7
— nzherald (@nzherald) enero 7, 2015
Los seis turistas obligados a saltar eran de nacionalidad estadounidense e inglesa, y contaron al diario local que no tienen rencores contra la compañía. No interpondrán una demanda porque quedaron muy impresionados y agradecidos del actual del piloto y la tripulación al momento del accidente. De hecho, los describieron como “héroes”.
El director de la empresa de avionetas, Pacific Aerospace, afirmó que le dio varios días libres al piloto para que se fuera a disfrutar junto a su esposa; y a los turistas, le ofrecieron un nuevo vuelo por la zona.
Con información de SoyChile
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